Rivas-Vaciamadrid, Madrid

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¡YA VIENEN LOS REYES!

Ayer fui a dar un paseo con unos amigos. Me decían que ellos ya pedían normalidad, además la escuela infantil de su hijo estaba cerrada por vacaciones y se les complicaba el trabajar. Me dejo un detalle suelto de que tuvieron dos sustillos en Navidad y quitaron el árbol. La Navidad les había dejado de representar.

Yo estoy empezando a pensar que solo me representa el turrón blando.

No sé vosotros, yo el 1 de diciembre estaba entusiasmada con el hecho de que llegaba la Navidad y sería la segunda con mi hija pero la primera que disfrutase en serio. Ella está LIVING con los árboles de Navidad y las luces de las casas y es apasionante vivirlo con ella.

Siendo la Navidad algo que hay que vivir con intensidad (y digo hay que porque es lo que venden en todas partes), vivo con intensidad hasta el día 23. Villancicos a tope, dulces a tope, decoración y jerséis horteras como bandera y luego:

24 de diciembre FAMILIA

25 de diciembre FAMILIA

26 de diciembre COMIDA CON AMIGOS

27 de diciembre COMIDA CON OTROS AMIGOS

28 de diciembre JEJE PERO NO JAJA

29 de diciembre EL AMIGO QUE HA VENIDO DE NO SÉ DÓNDE

30 de diciembre COMIDA MERIENDA CENA EN CASA DE…

31 de diciembre FAMILIA

1 de enero FAMILIA

2 de enero TE HA PILLADO EL TORO CON LOS REGALOS Y LO SABES

3 de enero EL OTRO AMIGO

4 de enero JODER, EL REGALO DEL AMIGO INVISIBLE

5 de enero CABALGATA

6 de enero REYES

7 y 8 de enero VÍSPERA DEL 9

9 de enero NORMALIDAD

No me tomeis por pesimista catastrófica. Me gusta mucho la Navidad y vivirla con niños. Son los compromisos lo que llevo regulinchi.

Comprar por comprar lo llevo regulinchi.

Comer, genial.

Hoy estaba en la cola de Primor, para no llevarme nada luego, y estaba pensando en por qué tenía que estar haciendo aquello, si no tendría más sentido la Navidad si fuese una época de verdad en la que estar con la gente, pasarlo bien y quererse y no desde el regalo por el regalo porque, vamos a ser sinceros, nos vemos obligados, nos agobia.

Me da pena estar en este punto porque he estado mucho tiempo en el contrario y os voy a contar con qué tiene que ver.

Hace ya unos años que siento las cadenas que me atan al suelo desde las muñecas, que soy consciente de mi entorno y de cosas del mismo que no me gustan, que me han dejado de representar, de las que me quiero alejar y todo ese timeline que he hecho de lo que son las navidades implica seguir ahí atada. Seguirá siendo todos los años igual y la que irá cambiando y sintiéndose menos sumisa seré yo, que de eso se trata. Dejar lejos a la Niña Sumisa, darle la bienvenida a la Niña Libre.

Menos el año que viene, el año que viene me piro al buen tiempo o a Laponia.

Por qué no…

¡Feliz vuelta a la normalidad y felicísimo Año Nuevo!

A darle duro.

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